Plantas interior | 28-12-2022
También conocida como poinsettia y flor de pascua, la Euphorbia pulcherrima es una planta con fama mundial, ya que está estrechamente relacionada con la navidad. Su origen es de América Central, aunque se encuentra también en Sudamérica. El nombre científico Euphorbia pulcherrima significa “la más bella” y pertenece a la familia Euphorbiaceae.
Además, funciona como remedio casero para tratar herpes, erisipela y verrugas. Sin dejar de mencionar que se trata de una planta de interior que puede mantenerse con vida en el exterior durante las épocas soleadas pero sin recibir los rayos del sol de forma directa.
En zonas cálidas e ideales para esta planta, la poinsettia es un arbusto que puede llegar a alcanzar una altura de hasta 5 metros. Aunque su altura promedio en jardines bajo los cuidados necesarios tiende a tener una altura de 3 metros. Esta planta posee dos tipos diferentes de hojas que nacen en sus tallos.
Uno de sus tipos de hojas son ovaladas y de color verde oscuro. Estas hojas poseen puntas agudas y un diámetro de entre 4 a 10 cm de ancho y 7 a 18 cm de largo. Mientras que el otro tipo de hoja posee distintos colores brillantes como blanco, rosa y rosa, siendo este último el más común y popular. Además, este último tipo de hoja suele tener entre 7 y 10 aprox.
Se trata de una planta delicada que necesita luz natural, en caso contrario sus hojas se caerán con facilidad y no tendrán la pigmentación correcta. Así mismo, no soporta las corrientes de aire y el frío en exceso. La temperatura adecuada para la Euphorbia pulcherrima es entre 16 °C y 22 °C.
Por otra parte, requiere mantener un control de la humedad para conseguir evitar la caída de las hojas, aunque es bastante sensible al exceso de agua. Por ello, lo más recomendable es regarlas una vez por semana durante el invierno y dos veces por semana durante el verano.
En cuanto al abonado, lo mejor es aplicarlo diluido en agua cada 15 días durante su época de crecimiento y durante la mitad de primavera hasta finales de verano. Además, es recomendable utilizar abono de lenta liberación, ya que le ofrece las cualidades que la planta necesita para conseguir un desarrollo adecuado.
Esta planta puede llegar a sufrir enfermedades bacterianas, parasitarias y fúngicas. Una de las enfermedades más comunes de la flor de pascua es la pudrición de tallos y raíces. Los síntomas son un color oscuro en el tallo y la zona de las raíces. Este problema se debe al exceso de agua y para solucionarlo es necesario que cortes las raíces ennegrecidas y recortes la planta para que las raíces sanas puedan nutrir la planta.
Otra enfermedad bastante común es el moho gris o también conocido como botritis. Esta enfermedad se debe también al exceso de humedad y para solucionarlo necesitarás tratar tu flor de pascua con la ayuda de un fungicida. En cuanto a plagas la más común es la mosca verde y para eliminar esta plaga debes utilizar un insecticida sistémico.
Autor: Araceli Romero Gamero
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