Rosa del desierto (Adenium Obesum): caracteristicas y cuidados

Plantas interior | 01-02-2023

Rosa del desierto o Adenium Obesum

La adenium obesum es conocida popularmente como adenio, sabi star, kudu, rosa de invierno y rosa del desierto. Pertenece a la familia Apocynaceae y se trata de una planta de exterior originaria del sur de Arabia y el este de África. Esta hermosa planta de interiores es un arbusto que posee flores preciosas de color blanco, rojo o rosa.

Otras variedades similares: Adenium arabicum, Adenium swazicum

¿Cómo es la Rosa del Desierto?

En su hábitat natural esta planta consigue una altura de hasta 3 metros y como planta ornamental es un pequeño arbusto compacto semejante al bonsai. El crecimiento de la Adenium obesum es lento, ya que solo crece entre 2 a 5 centímetros al año. Cuenta con un tronco grueso y leñoso que almacena el agua.

En cuanto a sus hojas, se encuentran en espiral y son ovaladas con una altura promedio de entre 5 a 15 centímetros y entre 4 a 8 centímetros de ancho. Por lo general, dichas hojas caen durante épocas de sequía y cuando son cortadas segregan sabía que puede llegar a irritar la piel de las personas.

Las flores de la Adenium obesum cuentan con una longitud de entre 2 a 5 centímetros y cuentan con 5 pétalos que le aportan a la planta entre 4 a 7 sentimientos de longitud. Son de color rosa y con bordes oscuros.

Cuidados de la Rosa del Desierto

El sol es esencial para la vida de la rosa del desierto. Aunque se trata de una planta con la capacidad de desarrollarse dentro del hogar, es recomendado que sea ubicada en una zona con mucha luz solar. De hecho, durante las épocas de verano lo mejor es proporcionarle rayos solares directos para que crezca sin ningún problema.

Asimismo, durante las épocas de invierno evita ubicarlas en zonas con mucha sombra o luz solar escasa. Recuerda que se trata de una planta que no soporta las temperaturas por debajo de los 10°C. Por este motivo, lo mejor es que en invierno la mantengas en una zona con temperaturas entre 13 y 16 °C.

En cuanto al riego, debes considerar que no es necesario que la riegues con cuidado y tener especial atención durante su etapa de crecimiento. Riegala cada 12 o 15 días y durante el invierno riegala cada 22 o 25 días para evitar posibles enfermedades. Por último, el abono debe ser aplicado dos o tres veces durante el verano.

Enfermedades y plagas

Al tratarse de una planta que no tolera el exceso de humedad, una de sus enfermedades más comunes son las raíces podridas. Por este motivo, es importante mantener especial cuidado en el riego y asegurarnos de que la planta cuente con un buen drenaje que impida que se ahogue y muera.

Entre las plagas más comunes en este planeta se destacan los pulgones y los ácaros, ya que estas plagas se alimentan de su savia y afectan la salud general de la planta. Para prevenir estas plagas lo mejor es aplicar aceite neem en pocas cantidades para que funcione como un escudo protector. También puedes utilizar fungicidas especiales.

Autor: Araceli Romero Gamero